Día de depresión...

Quien os diga que la persona que viaja todo el año, que está en un mundo diferente y fascinante, que ve cosas nuevas, y no para, es una persona feliz, os miente. No os dejéis engañar. Hay días malos, muy malos, deprimentes. Y tengo hoy uno de esos. Es un día duro, de esos en los que me parece que todo el mundo se ha olvidado de mi, y en los que me siento verdaderamente solo. Son días de agotamiento físico, porque el trabajo te exprime hasta límites insospechados, incluido un amago de incendio con desalojo de las oficinas y un temblorcillo de tierra nocturno. Días en los que parece que tu estés sujentando el mundo entero, en los que nadie da señales de vida pero tú tienes que dar la cara por todo lo que pasa y empiezas a mandar internamente a todo el mundo a la mierda. Días en los que de repente todo son problemas, todo el mundo desaparece, nadie dice nada positivo. Días como hoy, en los que escribo y realmente me siento estúpido porque me escribo a mi mismo (sin contar a Furu-Molomazo claro está, que es mi único nexo de unión con la cordura) Cada vez me estresa más el trabajo que hago actualmente, no me aporta nada, es vacío, monótono. Estoy harto de las corporaciones y sus movidas. Creo que en los últimos meses me han salido canas por todo este mundo de consultorías y paridas varias...es hora de parar, es hora de no darles ni un minuto más de mi vida. Además son días en los que te gustaría que te escribiesen amigos, pero no dan señales de vida, días en los que parece que les tengas que ir buscando y que nadie se acuerde de ti...se me está haciendo dura esta última semana por Perú, será por eso de que la semana próxima, el jueves estoy de vuelta a casa y eso me tensa más todavía por las ganas, pero cada día solo aquí se me hace eterno, duro, y muy jodido de vivir solo...en fin que no os dejéis engañar con los que os dicen sólo lo bonito del "ver mundo". Todas las monedas tienen dos caras...